La vida està en otra parte.

Recièn se me ocurrio que podia tomar mis màs valiosas cosas. Meterlas en la mochila de campamento, buscar dinero, empeñar la plancha y el monitor de la computadora.
Llamar a Borja, comentarle que podria hacer lo mismo y que tenia dinero como para salir en balsa por el rio parana.
Entonces, subirme el 133 irme hasta la estaciòn de trenes, comprarme unas facturas y una chocolatada ambulante, pedir dos pasajes en tren hasta el fondo del mundo. hasta que el carril termine y tenga que volver, hasta el lugar màs lejano, hasta que las ventanas del paisaje me parezcan repetidas y hasta que mi paciencia sea como groenlandia .
Esperar a Borja sentada en el bolso escuchando los piratas en el Mp3.
que èl llegue, me pregunte adonde vamos, se compre sus respectivas facturas, esperemos al tren resolviendo crucigramas, y que de un momento a otro nos embarquemos a la nada y al nadie. los dos juntos como un solo cuerpo en un mismo bolso. agarrados de las manos, paseando en medias por los vagones tirandonos sonrisas, como una posta.
como la felicidad posta. Se me ocurre pensar en Janis Joplin, pero no tiene nada que ver. Bah, puede sonar janis joplin, lo màs rudo e intenso en el momento en que me subo al tren y borja desde atràs me empuja por que mi bolso es màs grande que la puerta. y despuès, claro està, Misread de Kings Of Convenience. Y al rato, silencio.