martes, 19 de febrero de 2008

CUT






















Muchos dìas lo pense . comparaba mi anterior vida con esta,
necesito sentirme bien con mi imagèn exterior para que la interior
florezca ( o deberia ser a la inversa ^.,.? ) . Es mejor creer que las cosas son como
uno las cree creyendo. Entonces sucedio, me arme de valor, tome el telèfono, las tijeras.
me sumergi delante del espejo, mientras màs me miraba el largo, menos me lo iba a cortar.
hace un tiempo, màs de un año y no se cuantos meses estaba con un chico que màs
que me gustaba en el cine, el me acariciaba el pelo, como suelen hacer todos los hombres
cuando no tienen algo mejor que hacer, yo le decia que me iba a cortar el pelo como " antes",
el me dijo, -" no, no entiendo por que todas las mujeres se cortan el pelo. dejatelo crecer".
mentalmente agregue: ( " hasta el cielo " ?, vos nunca me vas a querer y sin embargo asi va a ser siempre ). entonces crecio, el pelo, largo indefinido, con rulos , a veces alto, crecio y se extendio por los omoplatos hasta los huesos de nombres raros en la columna vertebral.
largo largo largo se hiso, yo queria que creciera, mientras algunas cosas seguian igual,
este blog por ejemplo, algunas otras cosas medias inutiles tambien .
cuando TE conoci , de las mil veces que me arrastre por tus brazos hasta los pulgares de tus pies, nunca me acariciaste el pelo. no hablamos de èl, yo trataba de que le prestaras atenciòn, que dijeras algo como " que bien te sientas los rulos afroliandicos esta mañana mujer ".
pero nada , un dìa en el ascensor mientras bajabamos me dijiste que quizas me quedaria mejor cortarmelo. que ganas de matarte, como me vas a decir eso, como ibas a pensar aquella cosa de mi hermosa cabellera de princesa de las asturias. maldito puto cabron, no me acariciabas el pelo y encima te dignabas a insultar mi pacto silencioso con el pasado. una tregua absurda de llevarlo asi suelto, golpeandose contra mi espalda mientras me imaginaba cualquier cosa menos lo absurda que habia sido en mi pasado.
soy clara =? para eso escribi dos veces la palabra absurda, asi de exitada .
tu amor de cereza me revolvio a romper todos los espejos, acà es donde se viene la parte cursie.
el momento donde me digno a soltar todo lo que podria interpretarse como sanata de quincianiera. una gorda loca enamorada de un patinador que encima evita su cabello y las ondas de las puntas de los extremos de lo que parecia ser su alma y objeto màs preciado.
cuando te conocì, cabron puto. algunas cosas se corrieron de lugar. o sea, para ser màs clara y menos petulante con mis ideitas de cuarto grado. lo importante no era mi pelo, ni que lo acariciaras, lo relevante era poder sentarme toda una merienda delante de la taza que te hacia compañia y compartir unas galletitas mientras te arracabas las uñas y yo me rascaba los empeines, y mientras me retirabas las medias y hablabas de su hermosor ( de los pies planos que dios me trajo ), yo reemplazaba un castillo por tu espalda y una cabellera de princesa por que me dejaras dibujar en la pared de tu habitaciòn un corazòn enorme con un caminito y nuestros nombres medio borroneados por que para esa altura yo ya me estaba toda transpirada con el fibron en la mano tratando de terminar la obra de arte que me hacia poseedora de un amor irreconocible hasta entoces , un amor medio heavi que de alguna manera te iba a dar todo en forma de patadas voladoras o besos engruñados . en resumen, los extremos de mi cabeza desaparecieron, junto a los miedos. y a otras cosas que no da decir, aunque es evidente. esta màs que claro y sensato que el exterior vale lo mismo que las caricias en el cine de la mano de un falso amante de la vida. el amante de la vida se encuentra dentro, y tiene tanto para acariciar que lo ultimo va a ser el pelo, quizàs en 8 años me lo mirabas y no tenia màs remedio que escupirte en un ojo jugo de sandia .

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Plante una birome crecio una palabra florecio la tarde abracadabra la regue con agua, de mi regadera. desbordaba tinta como enredadera. fue un dìa de otoño que se deshojo el abracadabra de este corazòn y empece de nuevo con mi lapicera a escarbar la tierra de mi primavera.